No muy lejos de La Casa de Don Alfonso se ubica A Casa da Peste, un lugar que cada vez atrae más a los visitantes de la zona y que guarda entre sus paredes un gran encanto. Esto es así no solo por su atractivo etnográfico, si no también por las leyendas que la rodean.

Está situada en A Godela, en la parroquia de Aguasantas, en Cerdedo-Cotobade. Un pueblo deshabitado pero por el que es habitual el paseo de curiosos y caminantes, ya que junto a A Casa da Peste hay una ruta de senderismo.

A Casa da Peste son, en realidad, dos construcciones en ruinas repletas de verde que, aunque es probable que en su pasado fueran independientes, ahora forman un conjunto. En su interior empedrado lucen arcos de medio punto que confirman la buena fama de los canteiros locales. También los hórreos, las lareiras y los huecos del palomar en el fallado son muestra de la arquitectura gallega. Y, a pesar de encontrarse restos de una habitabilidad no muy lejana, el año 1721 está marcado sobre un dintel y un gran roble reside dentro de A Casa da Peste.

Muchas son las historias que se oyen sobre estas casas, pero la forja y el hierro que enrejan las ventanas bajas alimentan la leyenda más sonada y que da nombre a A Casa da Peste. Cuenta que este era un lugar donde se recluyó a personas infectadas por la peste bubónica del siglo XIV, la cual terminó con la familia que vivía en A Casa da Peste.

Verdad o no, lo cierto es que los turistas buscan a diario A Casa da Peste para comprobar la belleza de la cohesión entre la edificación y la naturaleza autóctonas.

 

Imagen de La Voz de Galicia